Desde el Instituto Boliviano de Comercio Exterior no consideran tan bueno apuntalar el crecimiento de la economía solo en base a la inversión pública y endeudamiento. Piden salvaguardar el mercado interno. El 2015 es un retroceso de 11 años en comercio.
Liberar las exportaciones de productos como la soya, azúcar y carne, antes que devaluar la moneda. Esa es parte de la receta que el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) lanzó ayer al Gobierno para levantar la economía boliviana, cuya balanza comercial al décimo mes del año bordea un déficit de $us 400 millones, con posibilidades de subir a $us 700 millones hasta fines de diciembre. Apoyados en datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el presidente del IBCE, Antonio Rocha, indicó que hasta octubre las exportaciones bordean los $us 7.465 millones, mientras que las importaciones en $us 7.874 millones. “Es lamentable decirlo, pero lo que exportamos ya no nos está alcanzando para financiar lo que compramos desde el exterior”, explicó Rocha Gallardo, a tiempo precisar que en el 2015 se marcó un retroceso de 11 años en comercio exterior. A diferencia de otros sectores y analistas que han pedido devaluar la moneda, Rocha planteó que primero se deber “repriorizar” las exportaciones de productos no tradicionales. “Mover el tipo de cambio no tiene sentido si no está acompañado por una política monetaria y por una política macro de incentivo a las exportaciones. Si tenemos exportaciones restringidas no tiene ningún sentido devaluar la moneda, porque no beneficiaríamos a nadie”, afirmó el titular del IBCE. Para el empresario es vital “sincerar la economía”, aceptando de que Bolivia depende mucho del sector externo, por eso se debe liberar las exportaciones por cupos. Rocha manifestó que una segunda medida necesaria es la protección del mercado interno con medidas de salvaguardas que eviten que productos sensibles sucumban ante productos extranjeros más baratos. Un tercer elemento dentro de la fórmula del IBCE es fijar “una lucha integral y frontal anticontrabando y defraudación fiscal. “Si el mercado interno se inunda con la creciente importación legal e ilegal de productos, afectará al empleo y las RIN del BCB; para evitarlo, es necesario una política de sustitución competitiva de importaciones, a fin de ahorrar divisas y generar empleos para el país”, expresó Rocha. Con relación a las medidas del Gobierno de aumentar la inversión pública recurriendo a endeudamiento externos a través de préstamos multilaterales y bilaterales, Rocha dijo que eso no es sostenible en el tiempo. Se considera más importante alcanzar un crecimiento sostenible a través de la inyección de más capital financiera, de “mayores inversiones” hacia el sector privado porque es el que genera mano de obra (empleos) directa.
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