Bolivia requiere de una regulación coherente para el uso virtuoso de la biotecnología, si es que se quiere garantizar su soberanía alimentaria, y lograr una agricultura fuerte y con liderazgo en la región que sea compatible con una biodiversidad sustentable. Ésta y otras expresiones similares se escucharon en el Foro: “Biotecnología para Bolivia: Mitos y Realidades” desarrollado en la fecha en la ciudad de La Paz, con una masiva participación que superó las expectativas de los organizadores, APIA e IBCE. La Ing. Agr. Perla Godoy, Directora de Biotecnología de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (Argentina) y el Ing. Jorge Rosales King, Director Ejecutivo del Comité de Semillas Santa Cruz (Bolivia) realizaron presentaciones magistrales que deleitaron al público, por los ejemplos dados y la abundante información que pusieron sobre la mesa. Los asistentes recibieron el documento del mismo nombre del Foro. Cerca de 30 países en el mundo ya no creen en los mitos, y han aceptado utilizar la biotecnología para producir más y mejores alimentos, siendo que la mayoría de países del planeta los consumen sin problemas.
BOLIVIA, CON BUENA CONDICIÓN AGRÍCOLA
En la oportunidad, Presidente a.i. del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), José Luis Landívar Bowles, manifestó que Bolivia tiene todas las condiciones para seguir desarrollando una agricultura eficiente, para luchar contra el hambre y la pobreza, haciendo uso de la ciencia y la tecnología para enfrentar el desafío del ”cambio climático” que impondrá la necesidad de adaptarse a condiciones extremas de clima como sequías, heladas e inundaciones, como ya ocurre en varias partes del mundo. “Nada puede resultar más penoso y frustrante para los bolivianos, que oponerse a producir alimentos utilizando la biotecnología, y tener que importar mañana alimentos caros, pero además, transgénicos”, reflexionó.
APROPIANDO LA CIENCIA Y TECNOLOGÍA DE LOS CULTIVOS
Por su parte, el Presidente de la Asociación de Proveedores de Insumos Agropecuarios (APIA), René Castedo Pereyra, a tiempo de expresar su gran satisfacción por la concurrencia de más de 200 asistentes que abarrotaron el local donde se realizó el Foro. “Estamos convencidos de que podemos aprovechar las condiciones de nuestro territorio y la combinación de los componentes técnicos, agroeconómicos, sociales y ambientales – de forma equilibrada e integral- para lograr una agricultura sostenible, que genere empleos, reduzca la pobreza y la mal nutrición que aqueja a los más pobres”, agregó que para tal efecto Bolivia no puede cerrarse a la investigación y la ciencia. “No existe en el mundo emprendimiento sin algún grado de riesgo, por lo que hay que asumir el compromiso de forma unánime y concertada, para que los avances en la ciencia de los cultivos puedan ser liberados en el país, luego de pasar por las evaluaciones de rigor correspondientes” concluyó.
LA EXPERIENCIA BIOTECNOLÓGICA ARGENTINA
La Ing. Agr. Perla Godoy, experta argentina en la temática, explicó que a través de la regulación en bioseguridad del agrosistema, Argentina logró un “perfil de producción agropecuaria fuerte y bien establecida”, y ostenta el tercer lugar a nivel mundial respecto al área sembrada con cultivos Genéticamente Modificados; dijo que Argentina fue el primer país en América del Sur en regular actividades con transgénicos (desde 1991). Para Godoy, cada país tiene la potestad de regular la producción transgénica para su propio beneficio, destacando que Argentina apostó por los transgénicos, y le fue muy bien.
CRITERIOS PARA UNA BUENA REGULACIÓN
La experta argentina recomendó que para efectos de una regulación en el análisis de riesgos de los organismos genéticamente modificados, deban existir criterios sólidos de conocimientos científico-tecnológicos, multidisciplinarios e interinstitucionales (público y privado). Para la comercialización de alimentos seguros genéticamente modificados, se debe tomar en cuenta los factores de biodiversidad, sustentabilidad, equilibrio y producción; finalmente, puso de relieve que la normativa regulatoria deba ser flexible y adaptarse a los cambios tecnológicos. Las autorizaciones comerciales de cultivos transgénicos en Argentina comenzaron en 1996 con la soya, y en 1998 con el algodón y maíz.
ENSAYOS E INSPECCIONES EN BOLIVIA
El experto boliviano, Ing. Jorge Rosales King refirió con mucha profundidad el proceso seguido en Bolivia para la regulación de la producción de soya transgénica en el país, proceso que demandó más de diez años, marcando su inicio el verano del 1998, lapso que involucró el análisis y verificación de los procesos de los ensayos de rigor, que tienen que ver con el contexto agrícola y las condiciones climáticas (trato de la maleza, proximidad de la personas, caminos, condiciones agroclimáticas); así como de las inspecciones que cubren la llegada de semilla, las etapas de siembra, desarrollo vegetativo y floración, cosecha y pos-cosecha.
“Hoy por hoy, y según datos a diciembre de 2010 el 92% de la soya boliviana es transgénica, contando con 44 variedades registradas entre los años 2004 y 2010; en tanto que el 8% restante de la soya es convencional, con apenas 15 variedades en igual lapso. La semilla transgénica certificada de soya en el país supera las 50 mil toneladas anuales, lejos de la “semilla convencional” que cuenta sólo con 500 toneladas”.
PRINCIPALES EXPRESIONES Y CONCLUSIONES DEL FORO
Entre las principales consideraciones destacadas por el Moderador del Foro, Emb. Marcelo Pérez Monasterios, cuentan las siguientes:
- La biotecnología es una herramienta que permite producir más alimentos inocuos y con ello paliar el hambre y pobreza en el mundo, sin embargo los países son libres de adoptarlos en su búsqueda por la soberanía alimentaria, fue una postura que abrió el debate en el foro.
- Los participantes expresaron la importancia de regular la biotecnología, lo que implica una decisión política con fundamento técnico, involucrando a los sectores público y privado e instituciones académicas.
- Se manifestó la necesidad de tener una buena regulación para luego pensar en la necesidad de una instancia tecnológica de control.
- Los disertantes explicaron que la biotecnología no solo trata los OGM sino que aglutinan otras técnicas como la micropropagación y la clonación de plantas, demostrando la amplitud de la ciencia de los cultivos.
- Los participantes aplaudieron la riqueza natural de Bolivia, haciendo falta para su potenciamiento de instituciones fuertes, de caminos y políticas públicas que se socialicen, y principalmente se cumplan.
- Se manifestó que Bolivia tiene una norma muy cuidadosa para el ingreso de los OGM pero lamentablemente no se está aplicando.
- Se manifestó que en el país los obtentores de las semillas no conforman un monopolio y que los pequeños agricultores no pagan patentes por las semillas que utilizan. Siendo importante para ello la participación del Gobierno en cuanto a la investigación como lo viene realizando Brasil.
- Se manifestó que la biotecnología no es una ciencia reciente y que su apropiación se viene realizando desde hace muchos años en Bolivia y el mundo.
EL FORO
El encuentro público es la XXXI edición del Foro Permanente de Diálogo con la Sociedad Civil sobre Producción, Comercio Exterior e Integración, y fue co-organizado por el IBCE y APIA este miércoles 31 de agosto, en la ciudad de La Paz, y cuenta con el respaldo de CROPLIFE, ANAPO y el COSEM, además del auspicio de las empresas líderes: Industrias Oleaginosas S.A. (IOL), Agropecuaria Acres Del Sud S.A., Ingenio Azucarero Guabirá S.A. (IAG) e Industrias de Aceite "FINO" S.A.
La Paz, 31 de agosto de 2011