6.603 familias reactivarán las ventas del café de altura

Un total de 6.603 familias productoras de tres departamentos ayudarán a incrementar 10 veces la declinante oferta nacional de café de exportación con el respaldo de un proyecto estatal que contempla seis ejes de desarrollo.

Cifras del Instituto Nacional de Estadística procesadas por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior muestran que el descenso en las ventas externas del grano se inició en 2006, cuando se enviaron al exterior 5.605 toneladas (t), y alcanzó su nivel más bajo en 2006, con 1.339 t, lo que representa una reducción del 76,1%.

El año pasado, se registró una leve recuperación en el comercio exterior de la semilla boliviana con 1.510 t exportadas al mundo.

El Programa de Inversión Caficultura a Nivel Nacional del Café, que se comenzará a ejecutar el próximo mes, responde “a la baja productividad” del grano que tuvo Bolivia en los últimos años”. En 2001, el país “produjo 170.000 sacos de 60 kilos y el año pasado solo 30.000”, informó Windson Yuli, coordinador de Caficultura de la Institución Pública Desconcentrada Soberanía Alimentaria (IPDSA).

La iniciativa tiene el objetivo de incrementar la producción de la variedad verde oro de 16.706 a 171.543 sacos de 60 kilos, implementar  2.919  hectáreas (ha) de nuevas plantaciones, renovar 3.684 ha y emplear un manejo eficiente en otras 12.600 ha.

Estos resultados beneficiarán a 6.603 familias cafetaleras del trópico de Cochabamba, de zonas con vocación productora de Santa Cruz y de La Paz, en especial en zonas altas de los Yungas donde según el IPDSA se cultiva el 85% del grano de alta calidad del país.

Todo este apoyo “está muy bien, los cafetaleros estamos muy felices y motivados. Vamos a mejorar”, destacó Humberto Sánchez, secretario general de la Federación de Caficultores Exportadores de Bolivia (Fecafeb).

En “Cochabamba ya estamos queriendo renovar las plantas viejas (...). Por ejemplo, aquí en los municipio de Entre Ríos y Villa Tunari da un buen café y tenemos casi 300 hectáreas para trabajar. Esperamos que así (los cultivos) sean más rentables”, agregó.

El diagnóstico de Inversión Caficultura a Nivel Nacional del Café detectó que la baja en la producción cafetalera nacional se debe a 27 “problemáticas”, entre las cuales están bajos rendimientos, áreas de producción envejecidas, débil manejo agronómico de plantaciones, deterioro de la capacidad productiva de suelos, deficiente manejo poscosecha y alta incidencia de plagas en cultivos por el cambio climático.

“Con el programa se han garantizado Bs 182 millones para cinco años (2018-2022) y en esta primera gestión hay que ejecutar Bs 19 millones”. Lo primero que se hará es dar asistencia técnica personalizada al caficultor, producir 1,5 millones de plantines y habilitar 182 ha para nuevos sembradíos, entre otras tareas, precisó Yuli.

El emprendimiento tiene como objetivos: incrementar y mejorar la producción y productividad a través de la renovación de cafetales, reducir las pérdidas ocasionadas por plagas, desarrollar innovaciones tecnológicas, fortalecer capacidades técnicas de productores y técnicos del rubro, fortalecer y consolidar el mercado de café de alta calidad y contar con un sistema de seguimiento y evaluación del programa.

El ejecutivo del IPDSA subrayó que “es importante volver a ser pioneros en la producción” de la semilla, más aún “ahora que hay nuevos mercados como China”, país que tiene uno de los mercados más grandes del mundo y con el que se firmará este mes acuerdos de compra y venta de alimentos bolivianos, entre ellos el café.

“En 2022 queremos llegar a Japón y Europa con nuestro café, que es muy bueno y tiene un aroma especial”, acotó Sánchez.

Espere…

Un tercio del café que se bebe en el país es local

Jorge Castel

Dos tercios del café que se consume en el mercado nacional tiene origen en otros países, según información de la Institución Pública Desconcentrada Soberanía Alimentaria (IPDSA), que cuantifica en 600 gramos por año la ingesta per cápita del grano en Bolivia.

“Los bolivianos no consumimos el café nacional, preferimos el importado o de contrabando”, lamentó Windson Yuli, coordinador de Caficultura de la estatal IPDSA.

“Consumimos solo 200 gramos del nuestro; sin embargo, si incluimos a esa cantidad el consumo de otros (tipos extranjeros del grano) estaríamos hablando de 600 gramos por persona”, afirmó.

El café es una de las bebidas más ingeridas en el mundo con ventas por $us 82.900 millones la pasada gestión. En 2016, el mayor consumo per cápita anual se registró en Finlandia (12 kilos), Noruega (10) e Islandia (9). En Latinoamérica, Brasil es el país con mayor predilección por la bebida (5,8 kilos), seguido de Colombia (1,8) y Venezuela (1,6), de acuerdo con un reporte de la International Coffee Organization.

En Bolivia, un estudio de mercado elaborado en 2015 por Captura Consulting para Starbucks revela que seis de cada 10 habitantes de La Paz, El Alto, Santa Cruz y Cochabamba toman la bebida “con frecuencia”, es decir, tres tazas cada siete días.

El café favorito en el país es el negro con azúcar (70%),  especialmente en El Alto (79%), seguido del café con leche y azúcar (25%), que se toma más en Santa Cruz (31%), según el informe que detalla también que el 73% de los consumidores de esta semilla gusta del producto instantáneo en lata o frasco, sobre todo en la capital cruceña (88%), que el 24% la toma pasada o filtrada ya sea en grano o molida, sobre todo en la sede de gobierno (42%) y la urbe alteña (35%), y que el 3% la prefiere procesada en máquina (expreso).

El documento al que accedió La Razón da cuenta además de que el 58% de los bebedores bolivianos de esta infusión consume un producto hecho en el hogar, que el 7% lo compra fuera de su casa u oficina y que otro 7% lo prepara en su lugar de trabajo.