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Cementeras admiten que el crecimiento se detuvo en 2017

  14 de febrero de 2018

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 A la par de la construcción, que el 2017 el crecimiento del sector con datos a septiembre solo había alcanzado un crecimiento acumulado del 5,39% entre enero y septiembre, la industria cementera del país también se contrajo y prácticamente cerraron el 2017 al igual que la gestión anterior: con escaso crecimiento. Uno de los factores inherentes fue la baja de los precios del cemento en el mercado interno.  

Dicho fenómeno, según las propias empresas cementeras del país como Fancesa, Soboce e Itacamba, fue como consecuencia de la desaceleración económica que aún vive el país, tanto que se tradujo en una disminución de la demanda y en contrapartida se generó una natural sobreoferta del producto. "Fue un año complejo en general  para la economía y no fue distinto para nuestra industria. Después de muchos años de crecimiento constante, se registró un decrecimiento en el consumo de cemento.", señaló Alexander Capela, Gerente General de Itacamba. 

Soboce, a tiempo de aclarar que aún no se tienen datos precisos al cierre 2017, admite que el sector no registra crecimiento, sino un comportamiento similar al 2016. "Según nuestras estimaciones, la demanda de cemento podría alcanzar el mismo nivel en relación al año 2016, sin registrar crecimiento", admite por su parte José Luis Orbegoso, Gerente General de Soboce S.A. 

A su vez Fancesa, además del contexto macroeconómico del país y la región que afectó notoriamente al sector cementero, atribuye también a la dinámica de la competencia cementera en el mercado, particularmente de Santa Cruz, donde está asentada el 70% de su plaza de mercado. 

"Hasta septiembre se tuvo un efecto negativo más por la disminución de precios, pero en el último trimestre hubo una recuperación notable que nos permitió equiparar nuestras ventas a niveles similares que el 2016.

A diciembre hemos logrado vender el 90% de la producción", apuntó Eduardo Rivero, Presidente de Fancesa, industria asentada en la ciudad de Sucre, departamento de Chuquisaca.

Capela, sin embargo, cierra el balance al citar que si bien, las obras inmobiliarias y el consumo masivo continúan mostrando desarrollo, las obras de infraestructura no siguieron el mismo desempeño. "Pese a este panorama, supimos afrontar las adversidades cerrando un año positivo para la empresa en cuanto a ventas", argumentó.

Otros aspectos a valorar. Además de la desaceleración económica que influyó al sector, otro de los factores inherentes tiene que ver con el ingreso de la Planta Integral de Cemento Yacuses de Itacamba, a partir de febrero 2017, cuya producción, no solo le puso dinamismo al negocio con ofertas a precios comparativamente competitivos y accesibles, sino que inyectó  mayores volúmenes de producción,  superando ampliamente la demanda interna de 3,9 millones de toneladas anuales. Según ejecutivos de las cementeras, el 2017 se habría alcanzado una producción de cemento superior a los 4,5 millones de toneladas.  

"A menos de un año de la inauguración de la Planta Integral de Cemento Yacuses, hemos logrado crecer en nuestra participación de mercado cruceño y estamos trabajando para convertirnos en líderes de esta plaza", señala Capela.

Ese contexto,  sumado también al incremento natural del resto de las industrias en sus niveles de producción y nuevas ofertas de sus productos,  generó un dinamismo en la oferta con el objetivo de  ganar terreno en un mercado por si sola competitiva. 

Para Soboce, el mercado nacional del cemento siempre ha tenido una latente competencia, en la que según las circunstancias varió la intensidad.  "En la actualidad, no solo que la demanda está abastecida, sino también, el cliente se beneficia con una amplia y variada oferta de productos como consecuencia de una mayor capacidad de producción instalada, la presencia de más actores en el mercado y ofertas para promocionar las ventas", precisó Orbegoso. 

Una muestra de dicho dinamismo es el eje central del país (Santa Cruz, La Paz y Cochabamba), que ocupa el 70% de todo el cemento que consume el país, en cuyo escenario se desató, particularmente una especie de guerra de precios entre las cementeras el 2017.

Más aún, en un escenario, como define la Cámara de la Construcción de Santa Cruz (Cadecocruz), que la actividad del sector se ubica "como la tercera actividad más dinámica de la economía nacional después de la Agricultura y el Transporte y Almacenamiento".

Un dinamismo que apuesta. Pese a que las industrias consultadas por El Día mantienen reservas al momento de precisar cifras tanto en producción y ventas el 2017; ellas  sin embargo, apuestan a tomar impulso este 2018.  

En el caso de Fancesa, industria asentada en la ciudad de Sucre (Chuquisaca), según su gerente Comercial, Gabriel Marañón, reveló que su mayor fortaleza frente a la competencia el 2017 fue sostener de manera fortalecida la calidad de su productos y este año apuesta a estrategia de mercadeo creativos afín de no declinar plazas tan importantes como el mercado de Santa Cruz.  

"Lo importante es mantener nuestra plaza de Santa Cruz y a partir de ella fortalecer, dado que la torta sigue siendo importante, dado que más allá de la guerra de precios, tiene que prevalecer la calidad del producto y la fidelidad con los clientes", precisó, Marcelo Días, Gerente General de Fancesa. 

Orbegoso, confiesa que el éxito más destacable de dicha empresa, durante 2017 fue la conclusión del proyecto más significativo de los últimos años en cuanto a inversión en producción. 

"Se trata del proyecto Illimani – LP 12, consistente en la ampliación y modernización de la Planta de Cemento Viacha. También positivos son los resultados del desempeño productivo y comercial, manteniendo los niveles similares a los de 2016 con un volumen aproximado de 1.600.000 toneladas de cemento producidas y comercializadas", informó Orbegoso.

Para Itacamba, a casi un año de haberse inaugurado la Planta Integral de Cemento Yacuses, es una satisfacción el "posicionamiento alcanzado". "Contamos con la planta más moderna del país y con la mejor logística de distribución para abastecer a Santa Cruz y todos los departamentos que lo requieran. Además, con un cemento de altísima calidad, con mucha competitividad que ayuda al desarrollo de la industria de la construcción y por ende al país", enfatizó Capela.

Apuestas a crecer. Para las tres industrias consultadas por El Día, es un clamor que este año la inversión pública cobre dinamismo como lo fue hasta el año 2014, periodo culminante de una década de bonanza. Además esperan que el sector privado de la construcción, sobre todo del sector inmobiliario, recupere la fortaleza de crecimiento de otros años. 

"La esperanza es que en el nuevo año se ejecute una mayor inversión pública que dinamice el sector de la construcción y el mercado del cemento, lo que en consecuencia repercutiría positivamente en la economía", apuntó Orbegoso, gerente de Soboce. 

Según Rodrigo Crespo Ríos, presidente de  Cadecocruz, el sector el año 2016 tuvo crecimiento del 10,49%, lo que se estima que bajó casi en la mitad al 2017. Sin embargo, el sector si bien no se ha caído, sigue creciendo, solo que a menor ritmo. Y la tendencia, en las circunstancias cómo está el país, no se avizora que vaya a mejorar. "Antes la bolsa de cemento la vendíamos normalmente en un promedio entre 55 y 60 bolivianos. Ahora ha bajado a menos de 50 bolivianos. Y lo peor es que la construcción ha bajado notoriamente", sintetiza, Renny Vargas, propietario de una ferretería de la ciudad. Dicha expresión es común en gran parte de la población.

4 Cementeras
Consideradas la más grandes operan en el país: Fancesa, Soboce, Itacamba y Coboce.

5% De crecimiento



Es lo que se estima que el sector de la construcción habría tenido el 2017.

Un contexto que al parecer ya no volverá

Antecedentes. La bonanza económica que vivió el país, por ejemplo el 2014 y 2015 generó una expansión del sector de la construcción en todos los niveles. Primero una inversión pública que sobrepasó el histórico de 6.000 millones dólares, hizo posible el desarrollo de importantes proyectos de infraestructura como ser aeropuertos, carreteras, obras civiles y plantas hidrocarburíferas.

Sector privado. Dicha bonanza también se tradujo en una efervescente actividad de la construcción en el sector privado, con un sector inmobiliario en auge en ciudades del eje central. Afloraron las inversiones en inmobiliarias para un segmento medio alto, urbanizaciones periurbanas para el sector clase media, entre otros que generaron un crecimiento del sector por encima del 10% del PIB nacional de la construcción. En el caso de Santa Cruz, dicho crecimiento, según datos del Instituto Boliviano del Comercio Exterior (IBCE), el PIB de la construcción el 2016 alcanzó un 21,77%. 

Realidad actual. Ese contexto descrito, ya no está vigente más. Si bien la demanda interna del cemento, con la producción que ya supera la demanda, está satisfecha, todavía se sigue importando cemento. 

El 2017, según el IBCE al menos entre los cinco materiales de construcción importados, la internación del cemento Portland alcanzó alrededor de $us 25 millones.

Entre más inversión y la mirada en la exportación

Soboce.  En la actualidad, la capacidad de producción de cemento de Soboce S.A. es de 1,6 millones de toneladas al año. Con el proyecto Illimani de la doceava ampliación de la Planta de Cemento Viacha, el que forma parte del Plan estratégico de modernización de operaciones y ampliación de capacidad, dicha factoría tiene previsto incrementar su capacidad productiva a 2,9 millones de toneladas de cemento al año.

Itacamba. Como la primera empresas netamente de Santa Cruz, tiene a este departamento como el mercado más importante para su producto "Cemento Camba". Según sus ejecutivos a partir de 2017 tuvo un ascenso de 17 puntos en la participación de mercado, llegando a cerca del 30% de la preferencia en la plaza con mayor competencia en el país, donde están presentes cuatro marcas.

Fancesa.  Una de las mayores apuestas es el montaje de una nueva planta de cemento denominado Cal Orcko, cuya instalación está en un 65%.  El objetivo es producir al menos 2.000 toneladas adicionales diarias de producción de cemento a las actuales 1.600 toneladas diarias que se tiene.  Por ahora están abocados en una campaña de marketing "Fan de Fancesa", de incentivo al cliente con el sorteo de 3 automóviles, 20 motocicletas y 50 bicicletas por espacio de tres meses.

Punto de vista

'Estimamos que el sector solo creció un 5%'

"La gestión fabril, que en realidad se contabiliza de marzo a marzo, en un contexto donde la torta del mercado sigue siendo importantes, estimamos que el 2017 solo se creció un 5%.

Lo importante, es que este escenario relevante nos invita al sector a ser incisivos  más allá de la guerra de precios en la oferta del cemento, que tiene que prevalecer  la calidad,  luego la lealtad con los clientes y en ultimo  lugar con la oportunidad en la provisión del producto.

Obviamente, cada empresa se diferencia, por sus ventajas y desventajas competitivas propias. En el caso de Fancesa, una de esas desventajas tiene que ver con la lejanía de la fábrica respecto a los   principales mercados lo que encarece el costo logístico del flete del transporte. Pero en esa dimensión la ventaja competitiva tiene que ver con la calidad del producto, que en el caso de Santa Cruz, desde hace casi 60 años,esta ciudad se ha construido con Fancesa .

Dado que el mercado nacional, si ya se encuentra satisfechos, se abren mercados de exportación importantes, entre ellas se tiene Paraguay, el norte argentino, donde hay un déficit de cemento. Eso abriga esperanzas al sector".

Carlos Marcelo Díaz
Gerente General de Fancesa







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